Davit Kevlishvil: «El judo valenciano me ha cambiado la vida»

El cuerpo de un hombre. La humildad de un niño. La esencia de un judoka que encontró su lugar en Valencia. La convicción de una de las mayores promesas del judo nacional. Así se puede definir a Davit Kevlishvil, el adolescente de 17 años que ya se ganó el título de niño prodigio del judo español. 

De origen georgiano, Davit sigue los pasos del legendario Nikola Sherazadishvili, mejor conocido como ‘Niko Shera’, el primer bicampeón mundial con España en la categoría -90 kg. Aunque, en su caso, pertenece al fructífero semillero que crece sobre el tatami valenciano. Solamente en 2022, en el mismo año, Kevlishvil ha logrado la hazaña de la triple corona siendo campeón de España +100 kg en tres categorías: cadete, júnior y absoluto

Y es que el crecimiento del judo en Valencia está trayendo a la capital del Turia a deportistas que están elevando en el ámbito autonómico, pero también en el nacional. Kevlishvil abandonó su Sagarejo natal, aquella villa georgiana y capital de la región de Kajetia, para perseguir su sueño de ser judoka y competir internacionalmente. Su hermano mayor, Niko, y sus padres, se subieron con él al tren que conduce a los sueños, en una aventura que mezcla inmigración, deporte y sueño olímpico. 

La humildad de Davit, con el cuerpo del poderoso Goliat, cobra vida en un chaval que desde infantil empezó a competir en categorías superiores y conseguir medallas nacionales e internacionales.

¿Por qué motivo vienes a Valencia a vivir?

Hace tres años vine a vivir a Valencia porque en Georgia no tenía gente para entrenar con mi hermano Nika (21 años). El entrenador que tenía allí conocía mucha gente de aquí, conocía a Sugoi Uriarte y a diferentes personas de la federación. 

Toda la familia ha cambiado su vida por apoyar el sueño de sus hijos judokas…

Así es. Hemos venido todos juntos y vivimos en un apartamento con mis padres y mi hermano. Mi padre trabaja en la obra y nosotros estudiamos y entrenamos judo. También competimos en diferentes torneos nacionales e internacionales. Hemos tenido que dejar atrás amigos y familiares. Ha sido muy difícil, pero sabemos que, para alcanzar los sueños, siempre debemos sacrificar cosas. 

¿Qué te parece Valencia y cómo ha sido la adaptación?

La verdad es que Valencia es muy bonita y la adaptación con los compañeros y entrenadores ha sido muy buena. El Centro de Alto Rendimiento de Judo es como mi segunda casa. No nos costó mucho venir a España porque nuestra abuela vivía aquí, en Córdoba, desde hace 17 años. Al principio fuimos a Andalucía y luego nos vinimos a Valencia. 

El judo se ha convertido en tu segunda familia, ¿qué significa para ti continuar tu carrera de la mano del judo valenciano?

El judo es un deporte con unos valores increíbles y aquí me dieron la bienvenida como uno más. Aquí me encuentro muy bien, estoy feliz y entreno muy a gusto. Además, he terminado hace poco la ESO y quiero seguir estudiando. Estoy muy agradecido a mis compañeros y entrenadores. El judo valenciano me ha cambiado la vida. 

¿Cómo han sido las primeras competiciones desde que estás aquí?

Las competiciones han ido bastante bien. He sido campeón de España en categoría infantil y cuando pasé a cadete empecé a competir con mayores, en la categoría júnior. Con 14 años, estuve compitiendo en categoría Sub-21 y quedé subcampeón nacional. Actualmente compito en júnior y en absoluto. También fui subcampeón de Europa en cadete y campeón de la Copa de Europa, en cadete y júnior. 

¿Cómo está siendo tu preparación de entrenamiento dentro de este calendario de competiciones?

Por momentos tengo una especie de doble calendario deportivo, entre absoluto o júnior. Aunque este año estoy haciendo júnior porque tengo el Europeo y el Mundial en Portugal. 

¿Cuál es el objetivo para este año?

Mi objetivo es ser campeón del mundo júnior y ser campeón olímpico. Hace tres años que represento a España. El secreto está en entrenar cada día, no bajar los brazos y esforzarse muchísimo. 

¿Por qué has comenzado a practicar judo?

En Georgia, el judo es un deporte muy tradicional. Mi padre hacía judo durante un tiempo y hay mucha gente que lo practica. Es muy normal que la gente haga este deporte.