Irlanda Perceval: «Conseguir una medalla internacional en una final con buenas tiradoras absolutas me subió mucho la moral»

Irlanda Perceval (2001) ya es una realidad del tiro español. En su primer año como absoluta, la tiradora campellera ha superado los 572 puntos —marca internacional— y se ha proclamado campeona de España de pistola de aire comprimido. Sin embargo, el camino no ha sido sencillo, ya que ha atravesado momentos complicados a los que ha sabido sobreponerse con un tramo final de año de ensueño que confirma que está lista para retos ambiciosos.

Campeonato de Europa

«Era mi toma de contacto con la categoría absoluta», comenta. A nivel individual reconoce que no estuvo contenta, ya que terminó en la 33ª posición con una puntuación de 564. Sin embargo, en la competición por equipos el desenlace fue totalmente diferente, ya que Irlanda Perceval se estrenó en un continental luchando por la medalla de bronce.

«Me pongo muy nerviosa si de mí depende alguien. Los primeros 30 disparos de la clasificatoria los tiré muy mal, pero, en el pequeño descanso que tenemos, mi entrenadora me tranquilizó y los 20 últimos disparos me fueron muy bien», recuerda. Tanto fue así que, junto a Mercedes Soto y Sonia Franquet, Irlanda Perceval alcanzó la final por el bronce, su primera final internacional, aunque Francia se impuso en la lucha por el podio.

La estrategia de Irlanda Perceval durante la competición

El «gran bache»

El tiro es un deporte muy psicológico. La propia tiradora campellera así lo reconoce: «Tienes que estar concentrada durante la hora y cuarto de competición», afirma. A esto se le une la presión de las llamadas marcas internacionales, ya que en España se exige acreditar una puntuación de 572 para poder salir internacionalmente.

En este sentido, Irlanda Perceval atravesó momentos complicados. Lo que ella misma ha llamado en más de una ocasión «un gran bache». Y es que, la tiradora campellera no pudo viajar al Campeonato del Mundo que se celebró en verano por no haber alcanzado dicha marca tras quedarse a las puertas en hasta tres ocasiones.

«Yo acababa de dar el salto a dama. Estaba haciendo las marcas mínimas que se exigían en júnior, pero no llegaba a las absolutas», reconoce. Además, afirma que «la marca mínima es 572, y si haces 571, aunque sea por un punto, no te convocan internacionalmente».

Irlanda Perceval acreditó una marca de 571 en la Copa del Rey y la Reina de Valladolid, en la Copa del Mundo Junior de Suhl y en el Grand Prix de Granada, algo que le afectó mentalmente: «No me desmotivé. Seguía trabajando con ganas, pero me ponía más nerviosa en las competiciones. Pensaba: “¿A que vuelvo a quedarme a un punto? Se acerca la competición y no tengo la marca”», explica. Por ello, reconoce que entró en «el bucle de la marca» en el que llegaba a las competiciones centrada únicamente en la puntuación: «Me pasó factura, ya que ni llegaba a mis resultados habituales».

Tramo final de temporada repleto de éxitos

Dicen que no hay mal que por bien no venga. Después de tener un verano tranquilo, Irlanda Perceval volvió al campo de tiro con más fuerza que nunca. Así lo avalan sus resultados. Desde su participación en el GPI Región de Murcia, celebrado a finales de agosto y principios de septiembre, sus resultados a nivel nacional se traducen por oros. Fue campeona en Murcia, en el Campeonato de España sub-23, en la Copa Presidente de Mollet y también alcanzó el oro, además por partida doble, en el Campeonato de España absoluto. «Estoy contenta porque se vio reflejado todo el esfuerzo que hago», afirma.

Entre todas estas competiciones también hubo tiempo para viajar hasta Budapest para disputar el Open de Hungría en noviembre. Allí, Irlanda Perceval, con una puntuación de 573, logró batir su récord personal y consiguió la marca internacional. Con la marca ya bajo el brazo, así calificaba sus sensaciones: «Recibir la recompensa tras meses de esfuerzo es lo más satisfactorio que hay».

¿Qué ha aprendido Irlanda Perceval en este 2022?

Esto ocurrió en la segunda competición del evento. La primera no fue menos especial, ya que en ella consiguió un valioso bronce que era su primera medalla internacional individual. «Cuando la gané, sentí que había crecido a la hora de tirar finales», comenta emocionada. En este sentido, recuerda sus inicios, cuando afirma que «era muy negada para las finales». «Conseguir una medalla individual en una final con buenas tiradoras absolutas me subió mucho la moral», explica.

Doble campeona de España

Con esa moral subida llegó a la cita más importante a nivel nacional de la temporada: el Campeonato de España absoluto. Antes de empezar, Irlanda Perceval tenía las cosas claras: «Yo lo quería ganar» . «Budapest me dio mucha confianza y me vi con la capacidad de hacerlo», continúa comentando. Y lo consiguió.

Irlanda Perceval, campeona de España absoluta

Terminó la ronda clasificatoria tercera y accedió a la final, donde fue de las primeras en tirar. «Me sentí bien en el puesto. Para mí es muy importante, ya que en ocasiones no encuentro la posición correcta y ya me afecta para toda la competición», explica. Al final, se llevó el Campeonato de España batiendo su récord nacional (249.7).

El día siguiente, junto a Gustavo Alba y Julio Miguel Sánchez, repitió presencia en lo más alto del podio nacional en la competición por equipos y cerró el Nacional con una plata en la prueba mixta, formando pareja con Gustavo Alba. Un final de temporada de ensueño.

Con la mira puesta en 2023

La tiradora campellera está centrada en el Campeonato de Europa, que se celebrará en marzo, aunque antes deberá pasar por el Gran Premio de Osijek (Croacia) y viajar a Egipto, donde disputará su primera Copa del Mundo absoluta.

Sin embargo, para Irlanda Perceval su principal objetivo es mantener una regularidad en sus marcas: «Para conseguir éxitos a nivel internacional hay que lograr los 570 puntos asiduamente. Incluso acercarse a los 580 no estaría mal».

Para ello, se marca como máximo punto de mejora la concentración: «He mejorado mucho en este sentido, pero no aguanto la concentración durante la hora y cuarto de prueba. A veces me vienen cosas a la cabeza que no tienen nada que ver con el tiro», reconoce. En este sentido, concluye su reflexión con una rotunda afirmación: «Tengo que intentar centrarme solo en la competición».