El Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Judo de València celebra este año su quinto aniversario y lo hace siendo una de las grandes referencias nacionales e internacionales de este deporte. Desde que el Polideportivo de Benimaclet recibiera tal consideración por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) en 2018, el centro ha vivido grandes cambios, progresos y, sobre todo, éxitos.
«El Centro ha mejorado en todo. Siempre hemos ido progresando. Por ejemplo, hace poco mejoramos el gimnasio y ahora ya tenemos uno acorde a un CEAR de estas características», comenta Sugoi Uriarte, entrenador y una de las piedras angulares del proyecto desde el principio.
«Yo he vivido todo el proceso, desde los cimientos. De hecho, cuando llegué entrenábamos en un club pequeño. Después pasamos por La Fonteta, Benetússer, la Universitat Politècnica y, por último, aterrizamos aquí, en Benimaclet», recuerda sobre su etapa como deportista. Laura Gómez, exjudoca, entrenadora y otra de las piezas clave del centro, añade que, anteriormente, «si había otra actividad en el polideportivo, teníamos que esperar para entrenar», algo que, con la condición de CEAR no ocurre.
El número de judocas bajo el paraguas del tatami de Benimaclet oscila entre los 70 y los 120, dependiendo de la época del año. Entre ellos se encuentran Julia Figueroa y Marina Castelló, dos deportistas que llevan el nombre del judo valenciano por todo el mundo. Julia Figueroa, medallista mundial y doble medallista europea, llegó a Valencia en 2009, cuando el polideportivo «no estaba ni montado».
En este sentido, ha atravesado un camino similar al descrito por Sugoi, por lo que ha estado presente en todo el progreso del tatami de Benimaclet: «He vivido todo el proceso con mucha ilusión. Cuando llegamos nos dijeron que el Pabellón iba a ser un poco nuestro. Después fuimos ganando terreno poco a poco hasta llegar a lo que es ahora. Es un lujazo entrenar aquí».
Por su parte, Marina Castelló llegó a Benimaclet en 2018, cuando arrancó el proyecto CEAR. «Vine aquí porque conocía a Sugoi y Laura», recuerda. Desde ese momento, el CEAR no ha parado de crecer. Un crecimiento que ha sido directamente proporcional en el caso de Marina. «Este centro me lo ha aportado todo, mi técnica y lo que me han sabido transmitir y enseñar mis entrenadores… en definitiva, mi estilo de judo», comenta.
Entrenamientos individualizados
No es fácil gestionar todo un Centro Especializado de Alto Rendimiento que, además, todavía está en fase de crecimiento. En este sentido, Sugoi Uriarte y Laura Gómez coinciden: «Todos hacemos de todo. Tenemos que remar juntos para cumplir nuestros objetivos».
«El trabajo individualizado puede marcar la diferencia en el futuro»
Sugoi Uriarte
Una de las partes básicas del centro es la organización de los entrenamientos, los cuales son, en parte, individualizados para cada judoca. «A principio de año nos sentamos y hacemos un calendario global para los júnior, los sénior y los cadetes. Dentro de los sénior partimos tres grupos y, a partir de ahí, hacemos el calendario individual y organizamos la preparación física y el judo de cada uno», explica Laura Gómez. «Por la tarde hacemos un entrenamiento general, mientras que por la mañana es individualizado. Hacemos físico y técnica específica por grupos o con cada uno por separado, porque cada uno tiene unas necesidades propias. Ahora están viniendo Salvador Gómez y Vicente Rochela. Entre todos podemos hacer ese trabajo individualizado, que creemos que puede marcar la diferencia en el futuro», añade Sugoi Uriarte.
Si en algo coinciden todos los protagonistas es en que el CEAR se ha convertido en una auténtica referencia del judo internacional. De hecho, así lo define Julia Figueroa: «Es un centro que se dedica expresamente a la alta competición. Somos muchos los que estamos compitiendo a nivel internacional jugándonos la plaza olímpica. Esto es visible tanto a nivel nacional como internacional y nos convierte en referencia».
Diariamente pasan por el tatami valenciano judocas y selecciones enteras de otros puntos del planeta. De hecho, dentro de esta internacionalización se encuentra algo que también ayuda a consolidar esa imagen de referencia. Y es que, en 2022 crearon un campus internacional, el València Judo Olympic Training que reunió a más de 600 judocas de 34 países diferentes. Este año, incluirán la novedad de la categoría cadete, que contará con su propia concentración a principios de agosto. Todo ello, pensado con un claro objetivo final en mente: «Queremos tener el mejor campus del mundo».
Este tipo de concentraciones, cada vez más habituales en el tatami de Benimaclet, tienen un impacto muy positivo en el judo valenciano. «Tenemos la suerte de recibir la visita de competidores internacionales y entrenadores que también nos ayudan con muchas técnicas», comenta Laura Gómez. Sugoi Uriarte resalta la importancia de haber logrado ser un punto de visita habitual para los mejores judocas del mundo: «El judo es un deporte individual, pero se entrena en equipo. Es necesario practicar con distintos deportistas y técnicas. Antes íbamos nosotros con la mochila a todos lados y ahora vienen ellos aquí. Además, llegan con mucha intensidad, algo que también nos viene bien».
Marina Castelló también valora la «suerte» de contar con este tipo de entrenamientos de forma recurrente: «Es importante poder entrenar a un nivel muy alto con gente a la que te vas a enfrentar en competición. Es algo que en otros clubes no podríamos hacer».
Un proyecto ambicioso
«Hemos crecido más rápido de lo que podíamos imaginar, pero queremos más». Así de contundente se muestra Laura Gómez al hablar sobre los futuros objetivos del centro. Concretando en sus metas, señala que están buscando «climatizar la sala con paneles solares, para hacer así el centro más sostenible», así como crear «una residencia para los deportistas que entrenan en Benimaclet».
Centrándose en la parte deportiva, Sugoi Uriarte afirma que el «gran objetivo» es conseguir una medalla olímpica, aunque es una meta que va más allá: «Un podio olímpico es la punta del iceberg, pero la clave está en cuidar la cantera y tener una base potente. Nos centramos mucho también en los Campeonatos de España». Una clara muestra de ello está en el Nacional Júnior recientemente disputado, donde la Comunitat Valenciana fue la gran protagonista, liderando el medallero por autonomías con un total de 14 podios.
Así pues, los judocas de la Comunitat Valenciana tienen en el CEAR de Benimaclet un centro donde seguir desarrollando su judo. «Buscamos que los jóvenes valencianos tengan la oportunidad de seguir entrenando en su casa, en sus clubes y con los entrenadores que tienen desde pequeños», comenta Laura Gómez. Y es que, llega un momento en el crecimiento de los judocas que deben decidir si continuar con su formación o no y, con este centro, la decisión es más sencilla: «Antes, los jóvenes debían decidir si irse a otra comunidad autónoma o quedarse, pero con el riesgo de que, tal vez, su carrera se terminaba en cadetes. Ahora ya no pasa. Aquí cogen un nivel mucho mayor».